Muele, molinito blanco
poemas de mi corazón,
muele molino de Ferro
el cante que canto yo.
Moliendo trigo de cante
van los flamencos al sol
y a la noche con Levante
dan sus cantes al amor.
Molinero del flamenco
qué te puedo cantar yo?,
tu cante llevo ! tan dentro!
que no se me sale, !no!.
No sé decir tus secretos
ni escribir sin tu calor,
¿qué misterio, guardas, cierto,
que no sé cantarlo yo?
El pozo de tu guitarra
guarda un océano de vientos
que abren una madrugada.
Con el roce de tus dedos
se prodiga en notas cálidas
regalando al alma besos
de Elvira hasta Vivarrambla.
!Ay, amor de bella música!.
por las calles de Granada
dejas que escuchen tus ecos
de una historia enamorada
por los visillos de un sueño,
y al despertar su huella marca
en la memoria de un tiempo
que transita por las almas
tan errante y tan sin dueño.
!Ay amor de Granada!
que habitas en mi sangre
al estío y a la escarcha
por Guadalquivir granate.
Por el Zacatín arriba
surgen luces de La Alhambra,
Sacromonte se ilumina;
cuando Generalife cantas
sigo soñando despierto
y el sueño no se irá al alba.
Por las plazas, por los cerros
contigo se va mi alma,
tu tono antiguo y nuevo
de espejos de fina plata.
!Contigo se va mi alma!
respirando el ritmo fresco
de las calles de Granada.
!Quién hubiese tal ventura sobre las aguas del mar
como hubo el Conde Arnaldos la mañana de San Juan!
Con un falcón en la mano, la caza iba a cazar,
vió llegar una galera que a tierra quiere llegar;
las velas traía de seda, la ejarcia de un cendal;
marinero que la manda diciendo viene un cantar
que la mar facía en calma, los vientos hace amainar,
los peces que andan nel hondo, arriba los hace andar,
las aves que van volando, nel mastel las faz posar.
Allí fabló el Conde Arnaldos, bien oiréis lo que dirá:
-Por Dios te ruego, marinero, dígasme ora ese cantar.
Respondióle el marinero, tal respuesta le fue a dar:
- Yo no digo esta canción sino a quien conmigo va.
Anónimo
Yo voy soñando
con los blancos mares del destino,
voy soñando caminos
entre la mar amarga
y un sigiloso vacío.
Vine del silencio
y al silencio volveré
lugar que se halla secreto.
Vengo y voy de paso. No sé
cuán largo este viaje
que no se despega
de las palabras de mi ser.
Viajo quizás sobre seguro firme
y bajo el firme la nada
y tras el firmamento la nada.
¿Será que es este mar
de las estrellas
o son las estrellas
las que son de la mar?
Entre el sueño y la muerte
hay una inmensidad
dentro de un diminuto poro.
Y este poro es una válvula
y en esta válvula un botoncito;
apretadle y me iré para siempre.
Sin rumbo fijo
mi nave flota y se mueve,
y en lo alto azulinas y fuertes velas
y tras las velas el viento
y tras el viento la fuerza
y tras la fuerza ¿qué sé yo?
Un translúcido misterio
que enblanquece la vela mayor.
Quizá atardezca
antes que llegue el ocaso.
Pero mis palabras no se quemarán
y el mar no se cansa de su paso,
bajo este sol de intenso rojo
con que parece tostarse
la piel del océano.
Y, cuando la luna pregunte
por mí, contesto: " ¿Hacia dónde iré?"
Tránsito
nocturno. Respiro
despacio.... más despacio,
ante un fin desconocido
en la apenas luminosa noche.
Más,.más despacio;
solo hay un poro
entre el sueño y la muerte,
que se filtre muy despacio
el soplo que va del uno al otro.
Si se filtrara raudo
se romperían del poro
las paredes.
mas no contemplaría mi viaje,
no sería consciente
de mi lento tránsito
sobre los insondables
abismos del vacío.
Mejor seguir y latir despacio,
si así quisiera desvelarse
este profundo misterio.
Aún más despacio,
no se siente final
porque siento que sigo fluyendo
pero tan despacio
que parezco quieto.
¿Se confunden los térninos?
Y ya no sé si sueño o muero.
Y cuando muero
sueño que muero
y cuando sueño así
desfallece mi sueño
y se parecen más
mi sueño y mi muerte,
fundiéndose en una sola suerte.
Luz de palabra que ya no aprecio,
!qué despacio voy!,
!qué despacio respiro!.
Luz para este tránsito eterno.
Por la muerte soy,
por el sueño existo.
Transito sin verlo
y sin poder descifrarlo
este evidente misterio;
transito por el misterio
despacio, más despacio...
más......más..... más.
Al silencio me vuelvo.
Roldán, 2011
Juan Miguel Roca Martínez
R. T. P.. I. : nº 08 / 2012 / 1131
REPITE LA FRAGILIDAD DE LA VIDA Y SEÑALA SUS ENGAÑOS Y SUS ENEMIGOS.
Qué otra cosa es verdad sino pobreza
en esta vida frágil y liviana?
Los dos embustes de la vida humana
desde la cuna, son honra y riqueza.
El tiempo, que ni vuelve ni tropieza,
en horas fugitivas la devana;
y, en errado anhelar, siempre tirana,
la Fortuna fatiga su flaqueza.
Vive muerte callada y divertida
la vida misma, la salud es guerra
de su propio alimento combatida.
Oh, cuánto, inadvertido, el hombre yerra:
que en tierra teme que caerá la vida
y no ve que, en viviendo, cayó en tierra.
Francisco de Quevedo y Villegas.
Sueño despierto y despierto no duermo
siento el viaje de la vida ignorado
lo busco entre mí y entre el mundo dado
encuentro en mi ser un páramo yermo.
No quiero vivir este sueño eterno
desde mi cuna hasta el final llegado
quiero dejar en mis huesos marcado
el sentir de que sin vivir me muero.
En mi vivir el sueño y el desvelo
caminando van sin haber llegado
al tiempo que yazco ya bajo el hielo.
Antes de empezar ya bien he cuidado
que me abrigue la mar como a un isleño
por todas partes mas desengañado.
Roldán, Diciembre 2014
Juan MIguel Roca Martínez,
R. T. P. I. : nº 08 / 2012 / 1131
¿ NO CESARÁ ESTE RAYO QUE ME HABITA.....
¿ No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras
y de fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?
¿ No cesará esta terca estalactita
de cultivar sus duras cabelleras
como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita?
Este rayo ni cesa ni se agota:
de mí mismo tomó su procedencia
y ejercita en mí mismo sus furores.
Esta obstinada piedra de mí brota
y sobre mí dirige la insistencia
de sus lluviosos rayos destructores.
Miguel Hernández
Y no hay descanso en las horas que pasan
de mi vivir? No cesan pasos vanos
de mi existencia, como pies tiranos
que cuanta piedra y sangre en polvo arrasan?
Mis venas viven emociones crasas?
Recordará alguien huellas de mis manos
que acariciar quisieron a ese hortelano
que por su poema fluye hasta mi casa?
Al tiempo hago memoria al oriolano
pastor que el alma eleva como gasa
con sus dedos guarda en paz de verano.
Con su ardiente música me acompasa
con su intensa emoción de buen hermano
me cura mi tiempo y lo sobrepasa.
Roldán, Enero 2015
Juan Miguel Roca
R. T. P. I. : nº 08 / 2012 / 1131
SENTIR FLAMENCO
Pregunté a Dios
qué duende prendió
al hombre del flamenco.
Quise auscultar
el corazón del cielo;
nadie respondió.
En vano tanto anhelo
por saber nuestro destino.
Y entre tanto odio,
tanto amor y tanto celo,
caminando voy tras ti sin tino,
cansado y suspendido.
En vano también
tantas noches pasadas en vela,
embargado de tu presencia
que a mi mente intriga.
Confiadme ángeles del arte
su engañoso secreto
de amor divino
o la condición mortal yo maldiga
con el quejumbroso dolor
de una misteriosa siguiriya.
Y, pues si no me escuchas
ni de mí te apercibistes,
tan desigual es la lucha
que me conferistes.
Mas, si de ti ya nada espero...
¿Qué de ti pienso o digo?
Por la arterias del campo,
trasiego de labradores
evocando un sueño antiguo
entonan por sus mayores.
Y así despiertan las almas
de los falsos sueños del cielo
creando sus vidas y palabras
desde el amargo sabor del suelo.
Sus brazos y gargantas
bajo el agrio sol y en sinfín desvelo
con su propia luz cantan
al tiempo que les falta
entre un caminar gris y un tierno celo.
Vibran !ciertos! ritmos del campo
surgiendo de incógnitos
habitáculos de la sangre
que mi vivir van conformando.
Es una forma de decir.
Acaso un raro pálpito
de lúcida voz ancestral.
Es un modo de vestir,
de andar, de vivir, de crear.
Es un arte de existir
y un estilo de bailar;
!flamenco del devenir!,
ave que de sus cenizas resucita,
flamenco vivo y total
!Quejío jondo de ti!,
flamenco por siempre,
por sus misterios, por soleá.
Enero, 2.000.
R.T.P.I.: nº 08 / 2012 / 1131